Durante muchos años tuve el privilegio de trabajar en el edificio que se encuentra en la esquina de Riobamba y Av. Córdoba. Una experiencia única, en la que también pude ser testigo de los procesos de restauración que se realizaron durante varios años para poner en valor esta maravilla de la arquitectura. Por fuera un Palacio y por dentro una obra de Ingeniería…

Para los que frecuentan la zona Av Callao y Córdoba, seguramente no habrá pasado inadvertido aquel edificio de estilo de finales del siglo XIX que emerge como un baluarte de la época de despegue de la Ciudad de Buenos Aires como gran capital de América.

Hacia finales del 1800, el tema de la higiene y el saneamiento eran conceptos de vanguardia que solo las ciudades más destacadas del mundo impulsaban activamente. Es por eso que al diseñarlo, se decidió conferirle la fachada de un palacio dada la importancia y el prestigio que le concedía ala ciudad tener una reserva de agua potable para sus habitantes. Sin embargo por dentro, este maravilloso Palacio abergaba 3 pisos de tanques sostenidos por 180 columnas capaces de albergar más de 72 millones de litros de agua para el abastecimiento de la Ciudad

Emplazado en lo que en ese momento era el punto mas alto de la ciudad, este edificio comenzó a funcionar activamente en el año 1894 y fue desafectado hacia el año 1978 cuando paso a tener un fin meramente administrativo y cultural. En el año 1987 es declarado Monumento Histórico Nacional.

Actualmente trabajo a penas a una cuadra de aquel lugar, pero paso a diario frente a él y no dejo de sorprenderme por su imponencia. Para los que quieran visitarlo por dentro hay visitas guiadas lunes, miércoles y viernes a las 11 hs. El edificio también cuenta con una biblioteca y un museo el cual también pueden visitar durante la «Noche de los Museos».

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