Antiguamente se solía comprar dólares para llevar a los viajes (los cuales luego podían ser cambiados en el lugar de destino a través de una casa cambio) o de ser posible directamente la moneda local del país a donde viajábamos. También recuerdo la época en que eran muy populares los cheques de viajero que emitía American Express y que luego podían ser cambiados en entidades financieras del exterior. Sin embargo actualmente la mejor forma de realizar pagos en el exterior es a través de las tarjetas de crédito/débito.

Desde la popularización de las tarjetas de crédito y la amplia aceptación de las mismas en muchos lugares del mundo, ya cada vez menos personas viajan con efectivo desde sus países de origen.

Las tarjetas de crédito nos permiten pagar anticipadamente muchos de los servicios turísticos como transporte, alojamiento, excursiones, entradas a espectáculos, etc., como también gastos cotidianos una vez que estamos en el destino como comida, compras e incluso hasta un viaje en taxi según el país.

Las tarjetas de crédito, fundamentalmente son más seguras porque nos evitan el tener que andar con grandes cantidades de dinero en efectivo con nosotros, pero también nos permiten acceder a pagos en otras monedas a un tipo de cambio muy competitivo y evitando las grandes comisiones que cobran las casas de cambio por sus servicios.

Mi recomendación es tener más de una tarjeta de crédito con nosotros cada vez que vamos de viaje y de ser posible de diferentes entidades como Visa, Mastercard y American Express. No todos los comercios aceptan todas las tarjetas por lo que tener una variedad de las mismas nos dará más posibilidades de acceder al pago electrónico sin inconvenientes.

Otro punto importante es el límite de compra de cada tarjeta para poder afrontar todos los gastos del viaje. Tengan en cuenta que si abonaron con una tarjeta pasajes aéreos y alojamiento de todo un viaje, el límite de compra de la misma se habrá visto reducido significativamente. Esto es importante de la hora de afrontar otros gastos como compras o incluso el bloqueo de fondos que exigen las empresas de alquiler de autos ante el riesgo de algún siniestro. En este sentido, tener más de una tarjeta de crédito nos posibilitará ampliar también nuestra capacidad de compra.

Algunas tarjetas tienen diferenciado el límite de compra en un pago y cuotas, mientras que otras tienen un límite general. Verifiquen esto con el banco/tarjeta que utilizan para entender cuál es su capacidad de pago disponible y no tener sorpresas. En el caso de que estén cortos de límite, muchos bancos dan la posibilidad de ampliar el mismo por eventos específicos dentro de los que se encuentra la realización de un viaje.

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