Alfonsina Storni es alguien que tengo íntimamente vinculada a la figura de mi abuela materna. Puede que sea por el hecho circunstancial de que su casa en Mar del Plata quedaba a solo unos metros del monumento que expone esa ciudad a la gran poeta suizo-argentina o tal vez por la referencia a su descanso final que me hacia mi abuela cada vez que me llevaba al cementerio de la Chacarita.

Lo cierto es que su poesía tiene algo de familiar y sus versos me atrapan se una forma muy particular, así que estando de visita estos días por la «Ciudad Feliz» no podía dejar de incluirla en este espacio de arte viajero.

Viaje – Alfonsina Storni

Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada.

Es la misma de anoche,
la misma de mañana.

Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.

Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.

Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.

Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.

¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.

¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:

«Muerte, amor y misterio…»
¡Oh, mis carnes se acaban!

Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.

Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.

Va por los cielos largos
triste y acurrucada.

Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.

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